Adriana Fonseca se aligera. La actriz mencionó que ha aprendido a disminuir su imagen de mujer seria y a reír cada vez más en su día a día.
Mi esencia es muy seria, antes esto me causaba trabajo y las personas pensaban que yo era sangrona. He aprendido a darle menos importancia a ciertas cosas y a reír cada vez más, comentó.
Adriana Fonseca señaló que desde los escenarios que ha pisado para presentar la obra Divorciémonos mi Amor ha notado que cada vez es más difícil hacer reír a la gente y en algunas ocasiones el público reacciona duro como un roble.
La historia es muy enredosa, los personajes mismos se confunden y confunden a la gente sobre su verdadera identidad. Esta característica nos permite ofrecer un montaje de situación en el que todo cambia, pero muchas veces nos sentimos tristes de ver que la gente no se divierte, tenemos teatro lleno, pero sólo unos cuantos ríen, señaló.
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